domingo, 16 de mayo de 2010

NUEVOS RETOS:
¿QUÉ DEBEN ELIMINAR LOS PAÍSES DEL MEDIO ORIENTE PARA LOGRAR UN DESARROLLO?


El que los países del Medio Oriente se enfoquen en la eliminación de sus principales problemas, es su nuevo reto para lograr obtener un gran desarrollo.

¿CUÁLES SON LOS VERDADEROS RETOS QUE DEBEN ENFRENTAR LOS PAÍSES DEL MEDIO ORIENTE?

La división entre el Medio Oriente y Occidente se ha convertido en el gran asunto de nuestra época. Ha sucedido a la guerra fría como problema estratégico de interés mundial. Los atentados terroristas del 11 de Septiembre de 2001 y la invasión de Irak y Afganistán, así como la cuestión palestina, han creado la sensación de que existe un choque de civilizaciones.


El enfrentamiento entre el mundo de Medio Oriente y Occidente está teniendo enormes costes políticos, económicos y de seguridad en ambos lados. El coste humano es especialmente espantoso en el lado de Oriente. Tanto a Occidente como los del Oriente les interesa acabar con la confrontación, y se debe trabajar en conjunto para conseguirlo.

La atención tan desmesurada que se presta a la relación política de los países de Oriente con Occidente puede hacer que se desvíe la atención de otros problemas sociales y económicos todavía más importantes. El paisaje del Medio Oriente que se extiende desde Marruecos hasta Mindanao es más variado de lo que suelen imaginar los comentaristas occidentales. Existen países pacíficos, con una población acomodada, sana y culta. Por desgracia, son muchos más los países y las regiones que padecen subdesarrollo, pobreza y agitación. 


Aproximadamente 31 de los 57 Estados miembros de la Organización de la Conferencia Islámica figuran entre los países menos desarrollados, entre ellos los que ocupan los cinco últimos lugares de la lista. Los índices de desempleo son el doble de la media mundial, casi la tercera parte de la población es analfabeta y las mujeres sufren muchas desventajas. Este nivel de atraso y carencias económicas contribuye a alimentar todo tipo de males sociales y hace que sea más fácil reclutar terroristas.


El mal gobierno es una característica común a muchas zonas del mundo de Oriente. La opresión política, la violación de los derechos civiles y políticos y la corrupción aquejan a muchos países. También forman parte del paisaje oriental el extremismo y la militancia, debido a factores en gran medida internos, pero también, a veces, externos.


Lo que hace falta es un firme compromiso común de erradicar la pobreza, el analfabetismo y los conflictos en los países del Medio Oriente. Ésas son las auténticas amenazas tanto para el mundo oriental como para el occidental. Si la gente siente que hay oportunidades económicas y determinación, tendrá muchas menos probabilidades de dejarse seducir por los grupos terroristas.


El mundo oriental se enfrenta a numerosos retos y debe abordarlos como es debido. Los  más graves son los retos internos, y a ellos hay que prestar la mayor atención. Los países del Medio Oriente deben hacerse responsables de su propio destino si quieren obtener el respeto necesario que les permita ocupar una posición digna en la comunidad internacional. Mientras no sean económicamente fuertes, políticamente viables y socialmente resistentes, seguirán marginados del resto del mundo, vulnerables a la explotación, la división y la dominación.

El desarrollo, por tanto, debe ser una prioridad absoluta para todas las comunidades y todos los países. No se trata sólo de mejorar los niveles de ingresos, la vivienda y las instalaciones sanitarias. Se trata también de lograr una sociedad educada e informada, un sistema político representativo que otorgue una voz real al pueblo, la desaparición de las peores desigualdades, una administración eficiente y honrada y el compromiso de establecer el imperio de la ley. No puede decirse que un país es desarrollado hasta que en él se consiga hacer respetar los derechos, dotar de poder a las mujeres, proteger a las minorías y erradicar la corrupción.


Occidente puede ayudar a los países del Medio Oriente a alcanzar estos objetivos. Le interesa hacerlo, entre otras cosas, porque es la mejor forma de contrarrestar el extremismo violento y cerrar las divisiones que lo alimentan. Pero además ha llegado la hora de que otros dirigentes mundiales reconozcan que los ciudadanos de los países de Oriente, en su mayoría, comparten sus esperanzas de un mundo próspero y pacífico. Los líderes del Medio Oriente están empezando a asumir la responsabilidad de modernizar sus respectivas sociedades.


Los retos que enfrenta el Medio Oriente están enfocados
hacia los aspectos sociales, políticos, económicos y culturales, 
por lo que es necesaria una oportuna estrategia para superarlos.

NUEVO RETO PARA MEDIO ORIENTE:    
 Israel podría ser líder mundial si hay un acuerdo de paz en la región

Jerusalén.- El presidente del Banco de Israel, Stanley Fischer, afirmó que Israel podría convertirse en una economía líder a nivel mundial si alcanza un acuerdo de paz en Medio Oriente. El titular de la autoridad monetaria aclaró que los principales retos para el Medio Oriente así como para Israel son: acelerar el crecimiento, reducir la pobreza y dejar a un lado sus conflictos políticos y sociales.

De continuar los conflictos en de Israel con el resto de
los países del Medio Oriente, resultaría difícil consolidarse
como una potencia mundial.

"Esta economía, con su dinamismo y la creatividad, podría crecer mucho más rápido si nos  fuéramos a conseguir la paz con nuestros vecinos", dijo Fischer, de 66 años, quien logró mantener la economía de Israel y los mercados financieros a flote durante la recesión mundial.

El presidente de la autoridad monetaria indicó que si Israel logra un acuerdo de paz con los palestinos “dentro de una o dos décadas” se encontrará viviendo en “una de las economías más avanzadas del mundo".

“A largo plazo, la economía de Israel debe ser muy exitosa, de misma la forma que es capaz de defenderse militarmente”, dijo.

Asimismo, Fischer sostuvo que “estos dos factores -la económica y los militares- están entrelazados, y sus interconexiones son muy complejas".

Fischer -un ex profesor del titular de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke- aceptó un segundo mandato al frente del Banco de Israel en marzo después que el parlamento aprobó un proyecto de ley que hace que el banco central pueda formular políticas más transparentes.
El economista había asumido el cargo de jefe del banco central en 2005,
 cuando la economía de Israel se estaba recuperando de una recesión anterior.
La economía creció rápidamente hasta mediados de 2008.

Bajo la nueva ley, las decisiones en política monetaria se tomarán por una junta de seis miembros. Hasta ahora, la decisión sólo dependía del gobernador del Banco.

A pesar de una fuerte dependencia del comercio exterior, la economía de Israel no sufrió graves consecuencias debido a la crisis. El crecimiento en el segundo semestre de 2009 fue fuerte -la economía se expandió a una tasa anualizada del 4,8 por ciento en el cuarto trimestre y el 0,7% para todo 2009.

El banco central prevé un crecimiento del 3,7 por ciento en 2010 y junto con las expectativas de inflación alta.

domingo, 9 de mayo de 2010

ISRAEL AUTORIZA CONSTRUCCIÓN DE 112 VIVIENDAS EN COLONIA JUDÍA EL DÍA DE LA LLEGADA DE BIDEN.
Jueves 6 de mayo de 2010.
Lo hizo pese a la moratoria de colonización en asentamientos de la Cisjordania ocupada.
El vicepresidente de E.U., Joe Biden, llegó este lunes por la tarde a Israel, en el marco de una gira regional destinada a tratar de reactivar el proceso de paz.
Se trata de la más alta autoridad estadounidense que realiza una visita a Israel y a los territorios palestinos desde que Barack Obama asumió la Presidencia, en enero del 2009.
En declaraciones publicadas el lunes por el diario israelí 'Yediot Aharonot', Biden instó a "las dos partes a no tomar medidas unilaterales susceptibles de destruir la confianza y de sabotear los esfuerzos para que se reanuden las negociaciones".
El anuncio israelí de nuevas construcciones se produce en un momento en que los palestinos han aceptado, con reservas, entablar durante cuatro meses negociaciones indirectas a través del emisario estadounidense George Mitchell.
El lunes por la mañana, el ministro de Medio Ambiente israelí, Gilad Erdan, anunció la construcción de 112 viviendas en la colonia de Beitar Ilit, cerca de Belén, al sur de Jerusalén.
"Al final del año pasado, el Gobierno decidió congelar la construcción, pero esta decisión preveía excepciones en caso de problemas de seguridad para las infraestructuras en las obras que habían comenzado" antes de la suspensión, explicó Erdan. "Es el caso en Beitar Eilit", añadió Erdan, un político del entorno del primer ministro Benjamin Netanyahu (derecha).
El gobierno israelì había decretado, a finales de noviembre, una moratoria de diez meses para nuevas construcciones en la Cisjordania ocupada, que no comprendía Jerusalén Este ni las 3.000 viviendas en obras en Cisjordania, y tampoco el levantamiento de edificios públicos como sinagogas, colegios u hospitales.
Erdan se esforzó en restar importancia al posible impacto de esta decisión sobre la visita de Biden, que se reunirá el martes con dirigentes israelíes en Jerusalén. El miércoles mantendrá un encuentro con máximos responsables palestinos en la localidad cisjordana de Ramala.
"La secretaria de Estado Hillary Clinton, así como el vicepresidente Biden, saben que lo esencial es que el primer ministro está dispuesto en todo momento a entablar negociaciones directas, que autorizó el levantamiento de controles de carretera en Cisjordania y decidió la congelación de la construcción de viviendas", subrayó.
"En cambio, Mahmud Abas (el presidente palestino) quiere limitar las negociaciones indirectas a cuatro meses tras haber puesto condiciones sin precedentes para aceptar el diálogo durante meses. No es de esta forma cómo se llevan a cabo negociaciones de paz", acusó el ministro.
'Saboteo a los esfuerzos de paz'.
El principal negociador palestino, Saeb Erakat, denunció por su parte la decisión del gobierno israelí. "Netanyahu quiere aparentemente convertirse en el gobernador de Cisjordania", ironizó, y advirtió que las negociaciones indirectas "constituyen el último intento para alcanzar la solución de dos Estados" para dos pueblos, el palestino y el israelí.
"Está claro que Israel sigue saboteando los esfuerzos de paz. La administración estadounidense debe arreglárselas para que Israel cese sus actividades de colonización en Cisjordania y en Jerusalén Este", declaró Nabil Rudeina, portavoz de la Autoridad Palestina, liderada por Abbas.
En el campo israelí, el principal movimiento anticolonización, Paz Ahora, condenó la construcción de nuevas viviendas en Cisjordania, principal escollo para que los palestinos inicien negociaciones directas con el Estado hebreo.
JERUSALÉN (AFP)
El realismo petrolero del Medio Oriente.

Más allá de lo importantes que se estén volviendo las potencias petroleras fuera de Oriente Medio, la región seguirá siendo la principal fuente de energía del mundo en los próximos años. A diferencia de Rusia, los miembros de la OPEP de Oriente Medio actúan como un cartel que produce muy por debajo de su capacidad. En los niveles de producción actuales, Rusia quedará fuera de carrera para el 2020. Las condiciones no son radicalmente diferentes en África.
Esto significa que la seguridad energética seguirá dependiendo fuertemente de la política de Oriente Medio, y que los productores de petróleo de la región no cesarán en su intento de imponer las condiciones al mercado mundial. De especial preocupación son los vínculos entre las ambiciones militares y la transferencia de riqueza que las exportaciones petroleras pueden generar. El programa de armas nucleares de Irán y el temible fortalecimiento militar de Irak de los años 1990 ejemplifican la asociación letal entre la hipermilitarización y el poder del mercado energético.
Las amenazas de motivación política a los suministros de petróleo, como siempre, dominan los debates de seguridad energética. Como demuestra el caso iraquí, las guerras y los levantamientos domésticos pueden no sólo afectar el nivel de los suministros de petróleo a corto plazo, sino también socavar la capacidad de producción a largo plazo de un país, dificultando el mantenimiento y la inversión.
No obstante, la potencial amenaza a los suministros petroleros de Oriente Medio de todas maneras está sobreestimada. Contra todas las probabilidades y predicciones, los regímenes de Oriente Medio han sobrevivido tanto a los fracasos del nacionalismo panárabe como a los desafíos del extremismo islámico. Tampoco los temores de que ataques terroristas puedan forzar a la industria petrolera a ponerse de rodillas son muy plausibles. Hasta el momento, el daño producido por ese tipo de ataques demostró tener corta vida.
Y el escenario fatídico de un enfrentamiento entre Israel e Irán que derive en un bloqueo iraní del Estrecho de Ormuz tampoco es particularmente creíble. Es improbable que Irán tenga la capacidad militar para bloquear el estrecho y, si fuera a intentarlo, se enfrentaría a una coalición verdaderamente global como respuesta. Es más, cerrar el estrecho representaría un bloqueo autoimpuesto que afectaría profundamente las propias necesidades energéticas domésticas de Irán, debido a su falta de capacidad de refinación.
De modo que, aunque el poder místico del petróleo como arma todavía persiste, ha demostrado ser una herramienta impotente. Algunos siguen viendo al petróleo como "el equivalente energético de las armas nucleares". Pero la verdad es que el embargo petrolero árabe de 1973 fue un fracaso colosal.
Si hubiera resultado exitoso, el presidente Anwar Sadat, de Egipto, no se habría apresurado a viajar a Jerusalén para firmar un acuerdo de paz con Israel pocos años después. El arma del petróleo no obligó a Israel a replegarse a sus fronteras de 1967, ni tampoco las potencias petroleras fueron capaces de absorber por mucho tiempo los costos que implicaba para sus propias economías la caída de los ingresos. Un uso masivo del petróleo como arma según las líneas del embargo petrolero de 1973 hoy está fuera de discusión.
Sin embargo, hay quienes, como el ex director de la CIA James Woolsey, que predicen que una toma radical del poder en Arabia Saudita podría introducir el uso del arma del petróleo contra Occidente. Pero ser radical no es sinónimo de ser irracional, y más allá de cuál pudiera ser su sesgo religioso o político, ningún Estado saudita podría perder sus recursos por retener las riendas del poder. La riqueza colosal que surge del petróleo hace que los productores no sean menos dependientes del petróleo que los consumidores.
La verdadera amenaza no es que una Arabia Saudita radical pudiera dejar de exportar petróleo, sino que siga haciéndolo aun si el país se volviera radical. Miles de millones de petrodólares se convertirían entonces en el poder de fuego financiero detrás de los designios globales wahabíes.
Ahora bien, ¿es este realmente un escenario muy diferente del que enfrentamos hoy? Después de todo, la riqueza petrolera saudita ha venido suscribiendo al terrorismo desde hace bastante tiempo. Curiosamente, Al Qaeda está feliz con el poder saudita en los mercados petroleros. En uno de sus pronunciamientos, llegó a admitir que Arabia Saudita "debe permanecer a salvo... porque es la principal fuente de fondos para la mayoría de los movimientos de la Jihad".
Si seguridad energética implica la disponibilidad de un suministro suficiente a precios accesibles, entonces el verdadero problema de la seguridad surge del poder del mercado, de un sistema de precios basado en carteles que dictan precios artificialmente altos que nunca podrían existir en un mercado competitivo.
De hecho, la aspiración de mantener el control del mercado explica la oposición de la OPEP al Protocolo de Kioto, cuya implementación podría reducir la demanda global de petróleo en un 20 por ciento, y su temor de que Estados Unidos pudiera seguir el ejemplo de Europa y combatir la adicción al petróleo mediante un drástico aumento de los impuestos a la energía.
El presidente Barack Obama ha advertido en repetidas oportunidades que la transferencia de riqueza a países productores de petróleo hostiles es una amenaza importante para la seguridad nacional de Estados Unidos. Su plan de un recorte sustancial en el consumo de petróleo de su país para cumplir con el objetivo de reducir las emisiones de carbono y un plan de diez años para desarrollar energía limpia son aspiraciones encomiables. Pero las políticas destinadas a reducir el consumo de petróleo son proclives a chocar con la necesidad urgente de reavivar la economía de Estados Unidos.
Mantener la estabilidad en Oriente Medio por el bien de la seguridad energética se ha vuelto hoy algo secundario a la necesidad apremiante de afrontar los desafíos planteados por los problemas en Irán, Irak y Afganistán. Pero, aun si Estados Unidos lograra reducir el consumo de petróleo en hasta un 17 por ciento, todavía tendría que depender del petróleo del Golfo, y en consecuencia de la seguridad energética en la región.
Shlomo Ben Ami*
La principal actividad económica que se desarrolla en Medio Oriente, está basada en la explotación del petróleo. Este energético a su vez a generado, una infinidad de conflictos, principalmente bélicos. Muchos países principalmente las grandes potencias como los son Estados Unidos, Rusia, Alemania, entre otros; se han vistos involucrados en estos conflictos. EU, ha querido denominar toda la zona petrolera. Así que generados importantes enfrentamientos. Los que ha causa la muerte de miles de personas, y lo mas impotente estos países inviertan más en lo militar, para proteger en importante tesoro (petróleo), y ha dejado por los suelos la educación, la salud, la tecnología y el desarrollo como tal. Y aun cuando poseen un importante recurso, no es explotado a su máximo, y este hace que tengan un economía estancada.

domingo, 2 de mayo de 2010

Islamismo

La génesis del islamismo, como movimiento religioso-político estuvo muy ligado con el desmoronamiento del Imperio Otomano y la abolición del califato por Kemal Ataturk en Turquía. Cuando en noviembre del año 1922, el jefe del naciente estado turco, Kemal Ataturk, abolió el sultanato, fue la causa motivadora de la formación de movimientos islamistas en el mundo.

¿Tiempo de guerra en Medio Oriente?

¿Tiempo de guerra en Medio Oriente?


Daniel Rajmil / Especial Atenea Digital en Israel

El rey Abdullah II de Jordania, vaticinaba hace unos días ante una rueda de prensa con congresistas americanos y en una entrevista al Chicago Tribune, que una inminente guerra esta a punto de estallar en Oriente Medio. Las declaraciones del monarca llegan apenas días antes del encuentro de la Liga Árabe de este fin de semana en el Cairo, donde se encontrarán para debatir si la Autoridad Palestina debe volver a las conversaciones de paz con Israel o no. La base de tales declaraciones, según clarificó el monarca, se debe a la política de construcción por parte israelí en Jerusalén este. El monarca anunció contundentemente: "Me temo que la tensión puede convertirse en una explosión con todas las partes pagando el precio".

A pocos días de que los principales dirigentes árabes se encuentren en Egipto,

las declaraciones del monarca, han sido recibidas como una gota más al ya palpante pesimismo político de la zona. El rey, añadió "Israel debe elegir entre vivir en una fortaleza aislada en la región o alcanzar la paz con todos los estados árabes e islámicos, de conformidad con las iniciativas de paz árabes". El monarca se refería así, al plan árabe de Beirut de 2002, en donde los estados árabes se comprometían al reconocimiento de Israel, si este vuelve a sus fronteras de antes de 1967 y que comprende la devolución de Jerusalén este.



Con este contundente pronóstico, no muy optimista, el rey de Jordania se suma a la lista de pronósticos negativos que circulan en varios países de Medio Oriente y que prevén un conflicto bélico a escala regional en breve. En Irán, por ejemplo, esta semana, son varios los medios de prensa locales los que hablan de una guerra entre Hezbollah e Israel en la que Siria e Irán se podrían ver involucrados en un futuro inmediato.

El fallo repetido de las conversaciones de paz, tal como dice el monarca, puede resultar ser la clave para el futuro de la región. Hoy mismo, el ministro de exteriores israelí, Avigdor Liberman, anunciaba en una rueda de prensa, que a pesar de su escepticismo a un cambio de actitud palestina, Israel espera reanudar las conversaciones de paz con los palestinos en las próximas dos semanas. Cuando fue preguntado por un posible conflicto entre Israel y el Líbano, el ministro anunció que Israel no tiene la intención de atacar a sus vecinos. Y añadió, que incluso a sabiendas de los últimos informes de defensa americana en los que se acusan a Siria e Irán de subministrar a Hezbollah grandes suministros de mísiles, las intenciones israelíes no prevén un conflicto próximo con sus vecinos del norte. Con unos pronósticos bélicos inmediatos, la reanudación de conversaciones de paz entre palestinos e israelíes empieza a pasar así a un segundo plano, ante una restructuración latente de poder en Medio Oriente.
EN ORIENTE MEDIO, SE APUESTA AL CABALLO FUERTE
Por Daniel Pipes
Libertad Digital
19 de Febrero de 2010
Original en Inglés: In Mideast, Bet on a Strong Horse
La violencia y la crueldad de los árabes a menudo desconcierta a los occidentales.
El líder de Hezbolá no es el único que proclama "amamos la muerte", también lo hace, por ejemplo, el varón de 24 años de edad que el mes pasado gritaba "Amamos la muerte más que vosotros la vida" mientras estrellaba su automóvil en el Puente Bronx-Whitestone de Nueva York. Mientras los dos padres del crimen de honor de St. Louis asestaban a su hija adolescente trece puñaladas con un cuchillo de carnicero, el padre palestino gritaba: "¡Muere!¡Mueren rápidamente! 'Muere rápido!... ¡Tranquila pequeña! ¡Muere hija mía, muere!"- y la comunidad árabe local los apoyó contra los cargos de asesinato. Un príncipe de Abú Dhabi recientemente torturó a un comerciante de grano a quien acusaba de fraude; a pesar de un vídeo de la atrocidad que apareció en televisión internacionalmente, el príncipe fue absuelto al tiempo que sus acusadores fueron condenados.
A una escala mayor, se cuentan 15.000 ataques terroristas perpetrados desde el 11 de Septiembre. Los gobiernos de todos los países de habla árabe se valen más de la brutalidad que del Estado de Derecho. La campaña por eliminar a Israel persiste al tiempo que se consolidan nuevas insurrecciones; la última de las cuales se ha agravado en el Yemen.
Existen varios intentos excelentes de explicar la patología de la política árabe; mis favoritos incluyen los estudios realizados por David Pryce-Jones y Philip Salzman. Ahora se suma El caballo fuerte: poder, política y el choque árabe de civilizaciones (Doubleday, $ 26), un análisis entretenido pero riguroso e importante realizado por Lee Smith, corresponsal en Medio Oriente del Weekly Standard.
Smith toma como postulado las declaraciones de Osama bin Laden en 2001, "Cuando la gente ve un caballo fuerte y un caballo débil, por naturaleza preferirá el caballo fuerte”. Lo que Smith llama el principio del caballo fuerte se compone de dos elementos banales: hacerse con el poder, y luego conservarlo. Este principio predomina porque la vida pública árabe no tiene "ningún mecanismo de transición pacífica de la autoridad o el reparto del poder, y por tanto entiende el desencuentro político como una lucha a muerte entre los caballos fuertes". La violencia, observa Smith, es "capital en la política, la sociedad y la cultura del Oriente Medio de lengua árabe". También, más sutilmente, implica no perder de vista el caballo fuerte siguiente, triangulando y subiendo las apuestas.
Smith argumenta que el principio del caballo más fuerte, y no el imperialismo occidental o el sionismo, "es lo que ha determinado el carácter fundamental del Oriente Medio árabe parlante". La religión islámica encaja en el modelo arcaico de asertividad del más fuerte y al mismo tiempo luego la promulga. Mahoma, el profeta del Islam, era un hombre fuerte, y en la misma medida una figura religiosa. Los musulmanes sunitas han gobernado durante siglos "por la violencia, la represión y la coacción". La célebre teoría de Ibn Jaldun acerca de la historia equivale a un ciclo de violencia en la que los caballos fuertes reemplazan a los débiles. La humillación cotidiana de los dhimmi recuerda a los no musulmanes quién manda.

El líder libanés Walid Jumblatt insinúa atentados estadounidenses en Damasco.
El prisma de Smith ofrece un ángulo nuevo de la historia moderna de Oriente Medio. Presenta el nacionalismo panárabe como un esfuerzo por transformar los potros de los estados nacionales en un solo súper-caballo y el islamismo como un esfuerzo por volver a hacer poderosos a los musulmanes. Israel hace las veces de "caballo fuerte a distancia" tanto de Estados Unidos como del bloque egipcio-saudí en la rivalidad estilo guerra fría de este último con el bloque de Irán. En un entorno de caballos fuertes, las milicias guardan más atractivo que las elecciones. A falta de un caballo fuerte, los árabes liberales hacen escasos progresos. Que Estados Unidos sea el estado no árabe y no musulmán más poderoso hace el antiamericanismo inevitable y endémico de un golpe.
Lo que nos lleva a las políticas de los actores no árabes: a menos que sean contundentes y muestren cierta voluntad de permanencia, señala Smith, pierden. Ser amable - digamos, retirarse unilateralmente del sur del Líbano y de Gaza - conduce al fracaso inevitable. La administración de George W. Bush, con razón, puso en marcha un proyecto de democratización aumentando las esperanzas, pero luego traicionó a los liberales árabes incumpliendo lo pactado. En Irak, el gobierno ignoró el consejo de instaurar a un hombre fuerte de mentalidad democrática.
En términos más generales, cuando el gobierno estadounidense retrocede, los demás (por ejemplo, los dirigentes iraníes) tienen oportunidad de "hacer sentir su jerarquía en la región". Walid Jumblatt, líder libanés, sugirió medio en serio que Washington "envía coches bomba a Damasco" para trasladar su mensaje y manifestar su comprensión de las formas árabes.
El principio casi universal y simple de Smith proporciona una herramienta para comprender el culto de los árabes a la muerte, los crímenes de honor, los ataques terroristas, el despotismo, la guerra, y mucho más. Él reconoce que el principio del caballo fuerte puede parecer a los occidentales inefablemente crudo, pero insiste correctamente en que al tratarse de la fría realidad, los extranjeros deben reconocerla, tenerla en cuenta, y responder.